Leche reducida en lactosa

¿Es más fácil de digerir que la leche común? ¿Debemos optar por tomarla aunque no seamos intolerantes a la lactosa? ¿Aporta algún beneficio a nuestra salud? Éstas y otras preguntas, respondidas en este artículo.

¿Qué es la lactosa?

La lactosa es el azúcar que se encuentra naturalmente en la leche, por lo que también es conocida como "el azúcar de la leche", de la que representa el 5% de su composición.

La lactosa es un hidrato de carbono simple. Dentro de los hidratos de carbono simples (o azúcares) se incluyen los mono y los disacáridos, que se caracterizan por ser fácilmente digeribles y rápidamente absorbibles por el intestino. La lactosa es un disacárido, esto significa que está compuesta por dos monosacáridos (glucosa + galactosa). La división (hidrólisis) de la lactosa en sus dos componentes es realizada por una enzima denominada lactasa, que es producida en el intestino delgado.

Además de aportar glucosa y galactosa (que tienen importantes funciones para nuestro organismo) y calorías, la lactosa favorece y/o aumenta la absorción de calcio.

¿A qué se denomina leche reducida en lactosa según el Código Alimentario Argentino?

De acuerdo al Artículo 1372, Capítulo XVII del Código Alimentario Argentino (CAA), con la designación de alimento de contenido bajo en lactosa y de alimento de contenido reducido en lactosa se denominan a aquellos alimentos cuyo valor dietario especial resulta de la restricción de los ingredientes que contienen lactosa, la separación de la lactosa del alimento, la descomposición de la lactosa o una combinación de estos métodos.

Según la normativa nacional, el alimento:

- de bajo contenido de lactosa no contendrá más de 5% de la proporción de lactosa del alimento corriente correspondiente.

- de reducido contenido de lactosa no contendrá más del 30% de la proporción del alimento corriente correspondiente.

Con respecto al etiquetado, el CAA establece que estos alimentos se rotularán con la denominación del producto de que se trate seguida de la indicación bajo en lactosa o reducido en lactosa. Además deberán llevar la indicación del porcentaje de reducción del contenido de lactosa (95% ó 70%) según corresponda y del contenido de lactosa y galactosa expresado en miligramos por 100 g o 100 ml.

 

 

La indicación sin lactosa no está establecida en la normativa argentina

El CAA indica que para producir leche de bajo o reducido contenido en lactosa se podrá emplear ß-galactosidasa (también conocida como lactasa) en la proporción necesaria para hidrolizar la lactosa de la leche.

Este tipo de leche contiene glucosa y galactosa en lugar de lactosa, por lo que no contiene menos hidratos de carbono ni calorías que la versión original. Es decir, tiene exactamente la misma composición nutricional que la leche común.

¿Tiene algún beneficio para la salud consumir leche reducida en lactosa?

En el envase de leche de bajo o reducido contenido en lactosa se suele observar la frase "de fácil digestión", acompañada de imágenes alusivas, que puede hacer suponer que dicha leche está destinada a todas las personas y ofrecería este beneficio a todos aquellos que opten por consumirla, generando de esta forma confusión en los consumidores. Además, en el etiquetado no se menciona que este tipo de leche está destinada a personas con intolerancia a la lactosa; lo que puede acrecentar aún más la confusión de los consumidores.

La leche baja o reducida en lactosa es más fácil de digerir solamente para las personas con intolerancia a la lactosa. Si personas cuyo organismo produce la enzima lactasa con normalidad consumen leche baja o reducida en lactosa de forma prolongada en el tiempo, el organismo de estas personas dejará de producir la lactasa porque no la necesita y en consecuencia, podrían desarrollar intolerancia a la lactosa.

Desde el punto de vista económico, es importante tener en cuenta que este tipo de leche es más cara que la común.

No hay evidencia científica que justifique que personas que no tienen intolerancia a la lactosa consuman leche baja o reducida en lactosa. Sin embargo, al igual que sucede con el gluten, muchas personas optan por consumir leche baja o reducida en lactosa sin un diagnóstico médico. Sugerimos consultar a un médico para que realice los estudios y el diagnóstico correspondientes.


¿Qué es la intolerancia a la lactosa? ¿Es lo mismo que la alergia a la leche?

La intolerancia a la lactosa es causada por una falta o déficit de la síntesis o producción de lactasa luego de la lactancia, período durante el cual se sintetiza normalmente; salvo en el caso de recién nacidos o bebés con una deficiencia genética poco frecuente, que deben ser alimentados con fórmulas libres de lactosa. Si las personas que no producen lactasa o la producen en baja cantidad consumen leche, la lactosa no se hidroliza y llega intacta al intestino grueso, donde las bacterias del colon la fermentan y producen gran cantidad de gases (como el hidrógeno). En consecuencia, estas personas manifiestan síntomas como flatulencia, dolor abdominal, distensión o hinchazón abdominal, diarrea y malestar.

Algunas personas pueden comer queso y/o yogur sin la aparición de estos síntomas; debido al menor contenido en lactosa de los quesos y a que la fermentación que ocurre en el yogur disminuye gran parte del contenido de lactosa de la leche.

Por último, es importante diferenciar la intolerancia a la lactosa de la alergia a la leche de vaca. La alergia es a determinadas proteínas de la leche, como la caseína, no a la lactosa, que es un hidrato de carbono. Los alérgicos a la leche de vaca no deben consumirla ni tampoco deben consumir sus productos lácteos, independientemente del contenido en lactosa. Los intolerantes a la lactosa pueden consumir leche baja o reducida en lactosa y otros lácteos (como queso y/o yogur), de acuerdo a su tolerancia.


Notas relacionadas:

El caso de la leche y la evolución humana
Historia natural de la alergia a la leche de vaca mediada por inmunoglobulina E en una población de niños argentinos
¿Es lo mismo alergia que intolerancia alimentaria?

 

Imagen de portada: www.freepik.es