Alimentación en invierno

El hábito de una alimentación saludable no es exclusivo de una estación, sino que se recomienda para todo el año. Pero, ¿es cierto que en invierno tenemos más hambre o que debemos consumir comidas más energéticas? Algunas consideraciones para los meses más fríos del año en esta nota.


En invierno...

Se recomienda consumir frutas y verduras típicas de la estación porque son más económicas, de mejor calidad y porque aportan vitaminas y fitoquímicos beneficiosos para la salud. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan consumir a diario 5 porciones de frutas y verduras (medio plato de verduras en el almuerzo y en la cena y 2 o 3 frutas) en variedad de tipos y colores.

Verduras de invierno: Acelga, apio, batata, brócoli, calabaza, cebolla de verdeo, chaucha, coliflor, espinaca, hinojo, puerro, rábano, rabanitos, radicheta, remolacha, repollo, repollitos de Bruselas, zanahoria, zapallo.

Frutas de invierno: Banana, limón, mandarina, membrillo, naranja, pelón, pera, pomelo.


¿Tenemos más hambre en invierno?

No, más hambre no. Lo que podemos tener es más apetito. Hambre y apetito no son sinónimos:

Hambre: es una sensación física (que se manifiesta con dolor y ruidos en el abdomen) asociada al déficit de energía (glucosa) en el cerebro. Es una necesidad primaria o biológica. No es selectiva, comemos lo que tenemos a mano, lo que disponemos en el momento.

Apetito: se asocia al hedonismo, al placer o a la recompensa. Es una necesidad vinculada a las emociones. Es selectivo, comemos lo que preferimos, lo que nos da satisfacción en el momento. 

En invierno, es posible que tengamos más apetito, es decir, más ganas de comer un alimento que nos resulte placentero como golosinas, chocolates y productos de pastelería por su elevado contenido en grasas y azúcares. Si se consumen este tipo de alimentos, las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan que su consumo sea ocasional y elegir porciones pequeñas y/o individuales.

 


¿Tenemos que consumir comidas más energéticas en invierno?

No, la energía que necesitamos diariamente durante los meses de invierno es la misma que en el resto de las estaciones del año. Lo que suele ocurrir es que en invierno algunas personas disminuyen su nivel de actividad física, por lo que la necesidad de energía también disminuye.

- Solemos consumir comidas calientes como guisos, estofados, sopas o caldos con el fin de aumentar nuestra temperatura corporal y no sentir tanto frío. Sin embargo, estas comidas pueden aportar bastantes calorías por lo que se recomienda que contengan verduras y moderar el tamaño de las porciones.
- Solemos consumir menos agua porque no tenemos sed. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan beber al menos 2 litros de agua a lo largo del día, y no esperar a tener sed para hidratarse. Además, recomiendan limitar la cantidad de azúcar agregada a infusiones como mate, té y café.
- No olvidemos mantener nuestro nivel de actividad física. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada (continua o fraccionada) todos los días.

 

Imagen de portada: unsplash