Los edulcorantes son aditivos alimentarios que confieren sabor dulce a los alimentos. No se consideran edulcorantes la miel, ni el azúcar común, la fructosa, la glucosa, etc., ya que tienen otras funciones en los alimentos, además de la de conferir sabor dulce. Como todo aditivo alimentario, deben ser aprobados por las agencias regulatorias de cada país, que además deben establecer las cantidades permitidas en los alimentos. Por lo tanto, los edulcorantes autorizados se pueden consumir de forma segura, sin ningún riesgo para la salud. 

Los edulcorantes no calóricos que más se usan como sustitutos del azúcar son la sacarina, el aspartamo y el ciclamato. Otros edulcorantes no calóricos que están sumándose al mercado son el acesulfame K y la sucralosa, que tienen la ventaja de ser estables al calor y por lo tanto pueden calentarse y hornearse.

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